Como ya sabéis, en nuestra Casa Gallega ponemos a disposición de nuestros comensales los mejores platos y materias primas de todos nuestros productos, como es el caso de las famosas almejas de Carril, deliciosas y presentes en nuestra carta.
Las almejas de Carril forman parte del grupo denominado «almejas finas», una almeja de mayor calidad y muy apreciada en el mercado tanto por su delicioso sabor como por su buena conservación (es el tipo de almeja que más aguanta fuera del agua). Se distinguen por las rayas de sus conchas, pequeños surcos radiales y concéntricos, y su color blanquecino, amarillento o acastañado. Es uno de los cuatro grandes tipos de almejas junto a la babosa, la rubia y la japónica.
Este tipo de almejas, más concretamente las de Carril, un lugar conocido en Galicia por este producto muy cercano a Vilagarcía de Arousa, puede comerse tanto cocinada como cruda con un poco de limón. Aunque las más recomendadas para cocinar a la marinera son las babosas, esta semana queremos enseñaros cómo preparar uno de los platos más populares tanto de entrante como de principal.
Almejas de Carril a la marinera
Para hacer las almejas a la marinera, primero debemos dejarlas en remojo durante un par de horas con una cuchara de sal gorda para que suelten toda la arena que puedan tener. Después debemos abrirlas para ponerlas al vapor en una cazuela junto a un poco de sal y una hoja de laurel. Según se vayan abriendo, las vamos retirando y reservando para cuando esté hecho el sofrito.
En una sartén debemos juntar todos los ingredientes de la salsa para pocharlos a fuego lento (aquí, como en todas las recetas, cada maestrillo tiene su librillo): aceite de oliva, cebolla, ajo, pimentón, harina, vino blanco y perejil. Una vez reducidos todos los ingredientes, introducimos las almejas en la sartén y dejamos reposar hasta que la salsa adquiera el gusto y espesor deseado.
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