La empanada es, sin ningún tipo de dudas, uno de los grandes símbolos de la gastronomía gallega. Forma parte de la identidad de la cocina de esta tierra y se prepara desde hace muchos siglos en municipios gallegos para la celebración de fiestas y romerías. Tanto es así que, ya en el siglo XII, cuando el Maestre Mateo talló el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, introdujo la empanada como icono gallego.
La empanada gallega puede ser, a su vez, tanto un entrante como un plato principal y puede servirse en frío y caliente. Consiste en una deliciosa masa horneada rellena de distintos ingredientes (típicamente gallegos todos ellos) como el atún, la carne y el bacalao (tres de los más comunes) o los mariscos del Atlántico como las zamburiñas, el pulpo o los berberechos.
La masa de la empanada gallega está compuesta por harina de trigo (similar a la del pan), manteca de cerdo y agua y es de textura fina. Se suelen realizar en un molde de unos 20 o 30 centímetros de diámetro y está rellena previamente de un sofrito de cebolla con pimientos.
La empanada no solo ha destacado dentro de la gastronomía gallega sino que, con el paso de los años, ha triunfado a nivel nacional y mundial, siento uno de los productos más demandados de Galicia. Como decíamos, están rellenas principalmente de ingredientes tradicionales y podrás elegir entre tus favoritas de pescado, carne o marisco.
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