Por mucho que te digan que el marisco congelado sabe igual que el fresco, no dejes que te engañen. Se nota cuando un buen centollo o una nécora salen de mar para llegar directamente al plato.
Así, es extremadamente importante que el marisco llegue vivo a los restaurantes y siempre cumpliendo las más óptimas condiciones de conservación. De esta forma, se garantiza que el producto tenga la máxima calidad posible.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que hay determinadas épocas del año en las que el marisco alcanza su más alto nivel de frescura. Tal y como sostiene el respetado chef Juan Mari Arzak, “la mejor época para el marisco es la de los meses que contienen ‘r’ en su nombre: septiembre, octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril”.
En Casa Gallega garantizamos una gran frescura en nuestros platos, ya que a diario recibimos género traído directamente desde Galicia. ¡Exige el mejor marisco!
Fuente: Hola.