El otoño, la bajada de temperaturas y el final de octubre nos acercan poco a poco a uno de los festivos más celebrados tanto en España como en todo el mundo: el Día de Todos los Santos. Como ocurre con todas las celebraciones, estas van acompañadas de ciertas tradiciones para disfrutar en familia, como es el caso de la comida. La cocina prepara sus fogones para dar salida durante estas fechas a los huesitos de santo y a los buñuelos de viento, los dos postres más típicos de la fecha.
En el caso de los buñuelos de viento, muy populares dentro de nuestra gastronomía, se llaman así por la especial ligereza de su masa, sus distintos rellenos y la cantidad de burbujas de aire dentro. Los huecos de aire son los que se aprovechan para introducir cremas como la nata, la crema pastelera, trufa o café, pudiéndose optar también por otro contenido diferente. Perfectos para dejar volar la creatividad de cada uno en la cocina.
Su elaboración es sencilla y se pueden hacer con ingredientes básicos que casi todos tenemos en casa: