Que “unos pican y otros no” ya lo sabe todo el mundo. Los pimientos de la pequeña localidad gallega de Padrón son muy famosos por su sabor y su interior “endemoniado” (dependiendo de la suerte de cada uno), porque los pimientos cuando pican, pican bien. In unserem restaurante gallego en Madrid podrás disfrutar de los mejores entrantes de calidad, así que te animamos a probarlos.
Los pimientos son una de las piezas más características de la gastronomía de Galicia, en especial de A Coruña, lugar del que provienen. Son de pequeñas dimensiones, ya que normalmente no superan los 10 cm de largo, y destacan por su llamativo color verde oliva en ocasiones amarillento. Lo más particular, como en las mejores casas, se encuentra en su interior: un sabor tan intenso como irresistible y un fuerte picante (entre el 10 y el 25% de los pimientos son puro fuego).
Este plato es uno de los mejores tesoros que nos otorga el verano, además de ser muy fáciles de preparar. Para una correcta elaboración solo debemos lavar los pimientos para freirlos en la sartén. Debemos asegurarnos de que vayan bien secos tras su lavado para evitar que salte el aceite de oliva caliente, que cubrirá la parte superior de la sartén.
Al añadir los pimientos, es recomendable cubrirlos con una tapa y dejarlos freír un par de minutos para después darles la vuelta. Levemente tostados, los retiramos con una espumadera y servimos en caliente sazonando con un poco de sal gorda. A los pimientos de Padrón no tenemos que quitarles el rabito, pues (aunque éste no es comestible) ayuda a comerlos con las manos. Tampoco conviene dejarlos enfriar, se consumen en caliente.
Los pimientos suelen acompañar a otros alimentos como la carne, el marisco o el pescado, y además se sirven como tapa y entrante. Por último, y por mucho que piquen, es obligado mencionar que su ingesta no presenta ninguna clase de riesgo o peligro. Únicamente deben disfrutarse. Para ello puedes acudir a nuestro restaurante gallego en el centro de Madrid, ¡te sorprenderán!