Probablemente, lo primero que te venga a la cabeza con ese titular, sea el marisco. Estamos de acuerdo en que el marisco gallego es una auténtica delicia, pero por aquellas tierras hay muchos otros alimentos (y bebidas) dignos de ser probados.
- Tras una buena comida gallega, no puede faltar una sobremesa con licor café o crema de orujo. Ya puestos a elegir, que sean caseros, pues muchos gallegos los destilan en sus propios hogares y son sencillamente espectaculares.
- Aunque es un plato que genera debate por toda la geografía española, la tortilla de patatas hecha con huevos gallegos te enamorará.
- Nada para entrar en calor en las épocas frías del año como un buen caldo gallego. Los lugareños dicen que recompone el cuerpo. No sabemos si es para tanto, pero desde luego asegura una siesta muy placentera.
- Con tanta comida excelente en Galicia no podía faltar un buen pan para acompañarla. En toda la comarca hay multitud de variedades, pero destacan el de maíz o el de centeno y las míticas bollas de pan de Cea (Ourense).
Fuente: Viva Galicia.
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