A lo largo y ancho de la geografía española, en Semana Santa, el postre que adquiere un protagonismo indiscutible es la torrija. Ya sea con canela y clavo, con limón o naranja, lo cierto es que gusta y mucho. Pero, ¿sabes de dónde viene?
En el siglo XV, ya Juan del Encina, poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español, hablaba de “miel y muchos huevos para hacer torrijas”. Se cree que un principio se trataba de un plato especialmente indicado para la recuperación de las parturientas.
En el siglo XX se hizo habitual en Madrid tomar un chato de vino acompañado de una torrija.
Pero, ¿por qué en la cuaresma? Se piensa que se puede deber a una necesidad de aprovechar el pan sobrante, pues durante el tiempo que no se podía consumir carne también descendía el consumo de pan, pero no por ello su elaboración.
Ahora ya puedes disfrutar de este goloso postre sabiendo un poco más sobre su historia. ¡Qué tengas una Semana Santa deliciosa!
Fuente: Wikipedia.